Crear un presupuesto no es tarea fácil, pero una vez que lo has creado, aprender a ceñirte a él es otra cuestión. A continuación te ofrecemos nueve sencillos consejos presupuestarios para estudiantes que pueden ayudarte a aumentar tus ahorros.
Crea un presupuesto. Es un paso importante para ser responsable financieramente y te ayuda a alcanzar tus objetivos de ahorro.
Conoce tus hábitos. Para crear un presupuesto, primero tienes que saber a dónde va tu dinero. Lleva la cuenta de todos tus gastos durante un mes. Utiliza una hoja de cálculo de presupuestos para estudiantes o un programa informático (como Excel).
Reúnete. La mayor parte de la información necesaria para elaborar un presupuesto está fácilmente disponible. Reúne talones de nómina, declaraciones de la renta, facturas de servicios públicos, extractos de tarjetas de crédito, extractos de préstamos, recibos, facturas de seguros, etc., que te ayuden a empezar.
Haz las cuentas. Una vez que hayas reunido toda la información necesaria, es hora de sumar el total de tus ingresos y restar el total de tus gastos. Tus gastos no deben superar tus ingresos.
Evita el rojo. Si observas que tus gastos superan a tus ingresos, tendrás que buscar formas de recortarlos. Obviamente, sigues teniendo que pagar tus facturas, pero intenta hacer pequeños sacrificios ahora que te pondrán en una posición mucho mejor en el futuro.
Deseos frente a necesidades. Es muy importante conocer la diferencia entre deseos y necesidades a la hora de presupuestar. Cosas como las facturas de los servicios públicos, la comida y la gasolina son gastos importantes que tienes que pagar. Comer en restaurantes caros es un lujo.
Prémiate. Es importante que incluyas en tu presupuesto pagarte a ti mismo. Cada mes, reserva algo de dinero que ingreses en una cuenta de ahorros para recompensarte con algo divertido.
Espera lo inesperado. También es buena idea reservar algo de dinero cada mes para emergencias, como reparaciones inesperadas del coche. Si no lo utilizas, son más ahorros que tienes para el futuro.
¡No te rindas! Hacer un presupuesto y ceñirse a él no siempre es fácil, pero sigue haciéndolo y tendrás el control de tu destino financiero.
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