Una y otra vez, nos preguntamos ¿por qué? Por qué, las cosas van según lo planeado o según lo previsto. Bueno, a veces hace falta que te sientes y analices la situación: ¿puedo responsabilizarme de las cosas que ocurren o no en tu vida? Asumir la responsabilidad puede ser la solución a tus males.. Esto es lo que sugiere hacer un bloguero….
Asumir la responsabilidad
Ginger Holczer
https://growyourpath.com/blog/2012/4/3/taking-responsibility.html
Añadiendo a mi último post sobre "salir de la rutina", un paso para lograrlo es asumir la responsabilidad. ¿Qué necesitas hacer para asumir responsabilidades en tu vida? ¿Sobre qué tienes control? ¿Sobre qué no tienes control? Lo único sobre lo que realmente tienes control es sobre tu propia reacción ante una situación o ante otra persona. Cuando seguimos eligiendo no asumir responsabilidades, a menudo es porque es lo que aprendimos y nos funcionó en algún momento de nuestra vida. Pero, por lo general, acaba siendo desadaptativa y ya no nos sirve. Entonces, ¿cómo asumimos la responsabilidad?
- Sé sincera contigo misma. No juzgues ni culpes, sólo reconoce. No te mereces un juicio severo y sí la capacidad de tomar el control de tu vida.
- Sé amable contigo misma. Reconoce que no asumir la responsabilidad era una forma que te funcionaba, pero ahora es el momento de dejarla ir y encontrar una habilidad de afrontamiento diferente.
- Busca otras opciones. Muchas veces nos vemos en una situación sin salida. Casi siempre hay opciones. Haz una lluvia de ideas con una persona cercana a ti o haz una lista de cosas que podrías intentar. Anota todo lo que se te ocurra, por escandaloso que sea. Una de esas ideas puede conducirte a la respuesta que necesitas.
- Vuelve a subirte al caballo e inténtalo de nuevo. No te rindas si la situación te parece demasiado dura o si algo que intentaste no funcionó muy bien. No quieres volver a caer en esa rutina.
- Combate la apatía y la parálisis. No hacer nada nos mantiene inmovilizados y sintiéndonos dependientes e impotentes.
- Prueba la atención plena. Vive el momento. Mi forma favorita es con una taza de café o té. Siéntate con la taza, intentando concentrarte en tus sentidos. Siente el calor de la taza, huele el aroma, mira el color del líquido en contraste con la taza, saborea la bebida. Involucrar todos tus sentidos es la clave. Si aparecen pensamientos intrusivos, reconócelos sin juzgarlos y déjalos ir. Podrías visualizarlas volando con el viento o rodando sobre una ola. Este ejercicio te ayudará a no quedarte en el pasado ni estresarte por el futuro.
Si sigues teniendo problemas, busca un profesional de la salud mental que pueda ayudarte a encontrar herramientas que funcionen para ti.
Cuando culpas a los demás, renuncias a tu poder de cambiar. -Autor desconocido