Graduarse significa cambiar y seguir adelante, y al mismo tiempo puede ser aterrador y emocionante. Estar asustado y excitado suelen tener los mismos síntomas físicos: corazón acelerado, respiración entrecortada, palmas sudorosas, etc. Lo único que es realmente diferente es tu elección de actitud. ¿Decides que seguir adelante es una perspectiva emocionante o aterradora? Una cosa de la que puedes estar seguro en la vida es del cambio, y a algunos de nosotros el cambio nos resulta fácil y acogemos con satisfacción el reto, y a otros les resulta difícil. Pero con el cambio vienen las oportunidades de crecimiento, y si estamos aquí en este planeta para algo, es para crecer. Así que aquí tienes cinco consejos que debes tener en cuenta al graduarte.
1. ¡Siéntete cómodo sin saber!
Si no sabes qué hacer después de clase, no te preocupes. A veces es muy importante vaciar el pozo antes de volver a llenarlo. Probablemente has estado muy ocupado con los estudios, pero no hay necesidad de seguir llenando tu tiempo sólo porque estés acostumbrado a hacerlo. Es importante descansar, dejar que tu mente se vacíe, de modo que dejes espacio para que entren nuevas ideas. Intenta sentirte cómodo sentándote en la "nada"; en realidad, puede ser un gran alivio no saber qué es lo siguiente y no preocuparse por ello.
2. Tu primera opción no es la única.
El primer trabajo que elijas hacer no tiene por qué ser "correcto"; es simplemente lo que estás haciendo "ahora mismo". Conozco a mucha gente que cambia de profesión, ya sean abogados que se convierten en escritores, mecánicos de coches que se convierten en agentes inmobiliarios o directivos que se convierten en fotógrafos. Cada profesión que eliges o cada parte de tu experiencia vital informa a la siguiente. Aunque no des un giro total a tu carrera, intenta ver cada fase como un bloque de construcción. Está demasiado presionado pensar que tu primera opción es la única.
3. Un trabajo se compone de muchos trabajos.
Elijas lo que elijas, siempre hay grandes partes que no son tan divertidas, y tienes que asegurarte de que estás preparado para hacer esas cosas. Por ejemplo, cuando empecé en la profesión de actriz, pensaba que sólo se trataba de estar en el escenario o en un plató de televisión o de cine, pero pronto me di cuenta de que se trataba, entre otras cosas, de hacer llamadas, crear contactos, conseguir un agente, estar en forma, hacer audiciones y dedicar una enorme cantidad de tiempo a aprender lados, sin garantías de conseguir un trabajo. Eso es el mundo del espectáculo, y es el aspecto "empresarial" el que tenía que tener en cuenta y amar también, porque iba a estar haciendo esas otras cosas la mayor parte del tiempo. Lo que quiero decir es que nunca amarás todo lo que haces en un trabajo, pero siempre que ames la mayor parte de lo que implica, serás un ganador.
4. No tengas miedo de cambiar de opinión.
A los 20 años, gran parte de la vida es un proceso de decidir tanto lo que no quieres como lo que quieres. Así que si descubres que lo primero que eliges no es finalmente para ti, no tengas miedo de cambiar a otro que pueda serlo. Sin embargo, fíjate en si eres alguien que tiene un patrón de saltar de una cosa a otra sin terminar las cosas, o si estás cambiando de opinión de forma genuina y legítima.
5. Disfruta de la montaña rusa.
No esperes llegar a donde quieres de un solo golpe; normalmente se tardan años en conseguir los resultados que deseas. Las personas a las que les suele ir bien son las que perseveran y siguen adelante. Si ahora tienes 25 años y estás haciendo un trabajo, es muy probable que dentro de 10 años estés donde quieres estar. Ahora, podrías pensar: "Eso es ridículo; quiero estar allí en un año", pero eso no es realista. No necesitas tener prisa ni demostrar nada a nadie. El viaje es lo que hay que disfrutar, porque si sólo disfrutas de los puntos finales, te espera una vida muy deprimente, ya que esos puntos son momentos raros y extraños; el viaje es el resto.
Recuerda que la vida son ciclos, ya sean ciclos de la luna, de las estaciones, de la economía, de lo que sea. Las carreras profesionales son iguales; a veces te irá muy bien y otras tendrás años de vacas flacas. Mantén el equilibrio en todo momento, y tanto si pasas por momentos difíciles como si no, mientras tengas salud, buenas relaciones y comida en la mesa, podrás disfrutar de la montaña rusa.